En mi proyecto, “No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”, pretendo fotografiar a los niños y niñas que viven en la comunidad de la Cofradía localizada en Tlajomulco, Jalisco.
¿Por qué específicamente a estas personas ? Porque a pesar de que su entorno social y situación económica son difíciles, puedo ver en ellos la inocencia correr por sus venas, veo como disfrutan de cosas simples y admiro la capacidad que tienen para reír y divertirse por horas sin lujos ni costosos juguetes.
En esta época de crisis, las personas creen que el dinero es sinónimo de felicidad, pero la psicóloga clínica Mayra Gómez señala que es falso recalcando que “el dinero no trae felicidad, solo tranquilidad”. La especialista señala que los humanos nos sentimos felices si somos amados, si podemos amar, si nos podemos realizar como profesionales; también menciona que la felicidad no está en el dinero, sino en las pequeñas cosas que nos rodean y no valoramos.
Para tener una perspectiva global y no solo nacional, estudios realizados en España arrojan los siguientes resultados: “El nivel absoluto de renta no es la variable básica para alcanzar la felicidad y esto es así porque del análisis de la incidencia regional sobre el nivel de satisfacción de los individuos se infiere que comunidades autónomas consideradas ‘pobres’ son más felices que muchas de las ‘ricas’. Entre las regiones con mayores niveles de felicidad están Asturias, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra. Por el contrario, en las dos Castillas, Baleares, Galicia, Madrid y País Vasco el nivel de satisfacción general es inferior” de http://www.cotizalia.com/cache/2007/06/11/15_dinero_felicidad.html
En base a la previa información quiero mostrar como los niños, específicamente los de la Cofradia, son felices porque valoran las pequeñas cosas que los rodean sin importarles la carencia de comodidades y lujos.
Actualmente estoy involucrada en la realización de un documental acerca de la pobreza en México y las grabaciones se realizan en la comunidad de la Cofradía. Este proyecto, el cual tiene tres meses en producción y es respaldado por la universidad UNIVA, me facilitó los permisos para fotografiar a los niños.
Me dedicaré a fotografiar a los niños los cuatro sábados del mes de Julio buscando alcanzar la confianza suficiente para que la cámara no los haga posar ni mostrar artificiosidad.
El objetivo de mi proyecto es, como su nombre lo dice, demostrar que no se necesita de mucho para ser feliz.
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